Uno de los factores primordiales cuando se comienza el diseño –y posterior construcción– de cualquier espacio es la satisfacción de las necesidades de los futuros usuarios y el cómo interactúan con el entorno. Con base en estas ideas y en la transformación de su modelo académico, el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey buscó crear una serie de espacios académico-corporativos donde se favoreciera e incentivara la interacción entre alumnos, docentes y directivos. Este proyecto consistió en transformar el esquema del espacio dedicado a la academia, tradicionalmente cerrado y privado, a un espacio colaborativo, abierto y polivalente. Así, surge la idea de crear un entorno abierto, transparente y más apto para la interacción directa entre profesores y alumnos, difuminando la jerarquía académica tradicional y buscando relaciones
más enfocadas y personalizadas.
Por la ubicación del edificio dentro del campus se favorece la accesibilidad y la disponibilidad de los espacios sin restarle privacidad, requerimiento que surgió durante las múltiples dinámicas y sesiones de trabajo realizadas entre el equipo de Oxígeno Arquitectura con los futuros usuarios. Gracias a estas sesiones se realizaron mock-ups (maquetas) de los espacios representativos del proyecto, los usuarios tuvieron la oportunidad de experimentar el mobiliario, los acabados y los ambientes antes de terminarse la construcción del espacio, resultando en espacios amables y lúdicos que invitan al intercambio cultural y profesional.
El proyecto busca crear entornos con un look residencial, pero sin perder de vista la condición académica y docente. “El mobiliario es esencial dentro de la propuesta. Cada pieza fue escogida particularmente para conectar con la idea original del espacio; por ello, lo proveen cinco distintas marcas: Herman Miller, Haworth, Steelcase, Smith